Hoy en día existe una gran diversidad laboral, como lo es la composición de los recursos humanos que conviven de forma diaria durante la jornada de trabajo en la empresa. La negación de este hecho real supone una pérdida de activos, de recursos, y puede llegar a ocultar las deficiencias en la organización del trabajo o posibilitar la arbitrariedad o discriminación hacia los trabajadores.
La gestión de la diversidad por diferentes motivos ya sea desde cultura y religión, hasta edad ó género , supone una mejor ordenación y un mayor aprovechamiento de los recurso humanos, una mejor organización del trabajo, una clara definición de competencias y responsabilidades en el organigrama funcional de la empresa. Esta gestión implica, en definitiva, una mayor participación de los trabajadores en el proyecto de la empresa, cuando las relaciones laborales se desarrollan desde el reconocimiento mutuo de interlocutores que representan a la empresa, a los trabajadores y a sus organizaciones sindicales.
La competitividad de una empresa se basa en múltiple factores, y entre ellos tienen una influencia de primer orden las relaciones laborales establecidas, siendo la organización del trabajo, la flexibilidad de la jornada, las nuevas tecnologías y la formación de los trabajadores, piezas clave de gestió interna y en la gestión externa, el conocimiento del mercado, la calidad de los productos o servicios, su presentación, las redes de distribución o el marketing, entre otros.
La competitividad de una empresa se basa en múltiple factores, y entre ellos tienen una influencia de primer orden las relaciones laborales establecidas, siendo la organización del trabajo, la flexibilidad de la jornada, las nuevas tecnologías y la formación de los trabajadores, piezas clave de gestió interna y en la gestión externa, el conocimiento del mercado, la calidad de los productos o servicios, su presentación, las redes de distribución o el marketing, entre otros.
En la organización del trabajo se ha de tener en cuenta este hecho, sobre todo cuando una empresa manifiesta la voluntad de que se impliquen en su proyecto los representantes de los trabajadores/as y los propios trabajadores. La negociación de la flexibilidad horaria o de la jornada de trabajo, cuando deja de ser un tema de “principio por las partes”, puede acomodarse a las necesidades de las personas trabajadoras y teniendo en consideración las necesidades del desarrollo de la actividad de producción y o servicios de la empresa. Esta gestión forma parte de la responsabilidad social empresarial y supone un cambio cultural positivo para las relaciones laborales y un beneficio para la empresa en la disminución del nivel de absentismo, la reducción de riesgos y accidentes laborales, mejora de la gestión del tiempo de trabajo, entre otros aspectos que se pueden recoger a través de acuerdos laborales, implicando a todas las partes en un proyecto común como es el mantenimiento del empleo y la actividad industrial o de servicios.
Anónimo. Diversidad. Encontrada el 5 de Marzo de 2014 en: http://www.eoi.es/blogs/sostenibilidad/files/2013/11/diversidad77.jpg
- Maria José Vigil-Escalera C.
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